Escribe Fabio Castagnino
La conexión con la naturaleza que el surf nos ofrece no comienza cuando agarramos una ola. Ni siquiera cuando entramos al mar. Existe una gran biodiversidad en las playas donde realizamos este deporte. Para conocer la vida que está por debajo de la superficie marina, es necesario meternos a bucear, pero existe un gran número de especies que podemos aprender a identificar y apreciar si sólo prestamos un poco más de atención. Aquí hacemos un recuento de 7 de las aves marinas que más probabilidad tenemos de ver durante una sesión de surf.
1) Cormorán neotropical (Phalacrocorax brasilianus)
Cualquiera que haya pasado alguna vez por la costa verde reconocerá fácilmente a esta especie de ave marina. Todos hemos sido testigos de las pinturas abstractas de color blanco que crean sobre los autos estacionados – o sobre las cabezas de los transeúntes – desde la seguridad de los postes que alumbran el litoral limeño. Además de poseer dicha habilidad incómoda, el cormorán neotropical es un excelente pescador submarino. Si prestas suficiente atención y sigues con la mirada a una de estas aves verás que, muy a menudo, termina sus inmersiones sujetando ejemplares de tramboyos o borrachos que captura sobre el fondo marino. A veces estos parecen demasiado grandes para el tamaño del ave, que en una maniobra audaz y ante la incredulidad del observador, logra hacer un malabar y engullir a su presa sin mayores sobresaltos.
2) Gaviota peruana (Larus belcheri)
La gaviota peruana hace honor al imaginario popular en tanto que es un pirata, pero sin el parche en el ojo. Esta especie es lo que en ecología se conoce como “oportunista”: no se especializa en un tipo de presa, sino que se alimenta de lo que sea que se le presente. Además, es bastante floja para la cacería, por lo que pasa mucho tiempo acosando y persiguiendo a otras aves – al mismo estilo de la Guerra de las Galaxias – tratando de robar el pez o crustáceo que puedan haber capturado. Cuando no está en esa faceta piratesca, deambula en las orillas rocosas alimentándose de cangrejos, moluscos pequeños, o cualquier resto de comida que pueda encontrar. Puedes reconocerla por su distintivo plumaje de pecho y cabeza blanca con alas negras, si es una adulta, o por su plumaje gris jaspeado, si es juvenil. En ambos estadios, su pico con una banda negra y punta roja resulta inconfundible.
3) Pelícano peruano (Pelecanus thagus)
Uno de los mejores espectáculos que pueden apreciarse mientras se surfea, es una bandada de pelícanos peruanos que planean bajo, delante de un tumbo, aprovechando la aceleración del viento sobre el mismo para volar con un menor esfuerzo. Parece que estuvieran surfeando. Justo antes de que la ola reviente, suelen escapar levantando el vuelo con máxima precisión. Sin embargo, a alguno se le ha visto entubarse – claramente, sin intención – con pésimos resultados. El pelícano es una de las aves guaneras más vulnerables ante los efectos del Fenómeno del Niño. Cuando la superficie del mar peruano se calienta producto de este fenómeno, la anchoveta – su principal alimento – se profundiza al punto que los lobos marinos y delfines no logran empujarlos hacia la superficie. Con una escasa capacidad de penetración y buceo, debido a sus picos prolongados y alas grandes, los pelícanos son algunos de los primeros en sufrir las consecuencias del hambre.
4) Ostrero negro (Haematopus ater)
Su plumaje completamente negro, en contraste con su pico y “anteojos” naranjas, hacen que el ostrero sea inconfundible. Para observarlo, basta con prestar atención en las orillas rocosas antes de entrar al agua. El ostrero camina y salta entre las piedras buscando moluscos y crustáceos que hayan quedado descubiertos durante los periodos de marea baja. Choritos, lapas y caracoles son su especialidad. Algunos de estos están fuertemente aferrados a las piedras, pero el ostrero los arranca y los abre con su fuerte pico. De hecho, su nombre hace referencia a la capacidad que tienen de destapar las valvas de las ostras que quedan expuestas con la marea. También se les puede ver en orillas de arena, jugando a “las chapadas” con las olas: en cada sajiro, corren hacia la arena mojada y entierran su pico en la arena buscando atrapar muymuy.
5) Guanay (Leucocarbo bougainvillii)
Siendo un ave que anida, principalmente, en islas e islotes guaneros, los surfers no la ven a menudo. Excepto cuando viajan entre dichos lugares – acompañados por piqueros, chuitas y pelícanos. En esos momentos, pueden llegar a cubrir el horizonte por completo, incluso evitando que podamos ver la serie de olas que está a punto de caernos encima. Pueden llegar ser un factor determinante en días grandes. El guanay es el mayor productor de guano de islas del Perú. Para producirlo, se alimenta casi únicamente de anchoveta y – según estudios realizados en la última década – pueden llegar a bucear a más de 20 metros de profundidad para obtenerla.
6) Piquero peruano (Sula variegata)
Es el principal acompañante del guanay en sus masivos viajes, y otro de los mayores productores de guano de islas. Su nombre viene de la enorme habilidad que tiene para caer en picada y penetrar la superficie del mar a gran velocidad como estrategia para atrapar a sus presas (principalmente, anchoveta). Cuando una bandada de piqueros encuentra un gran banco de anchovetas, el espectáculo está asegurado: se convierten en miles de flechas clavándose en el mar a toda velocidad. Según un estudio publicado en el año 2010, la velocidad de vuelo promedio del piquero es de 44 km/h, sin embargo, se han registrado velocidades de vuelo tan altas como 139 km/h.
7) Gaviota gris (Leucophaeus modestus)
Como su nombre científico sugiere, es una especie sumamente común en las costas del Pacífico sur oriental, y no cuenta con formas o colores demasiado distintivos. Es una de las aves marinas más fáciles de ver siempre que se surfea en playas con orilla de arena en las playas del centro y sur del Perú. Suele formar colonias en dichos lugares para descansar y buscar su principal alimento: el famoso muymuy (Emerita analoga). Aunque no anide necesariamente en la playa sino en zonas cercanas al litoral, es importante reducir la presión que se ejerce sobre las orillas – por ejemplo, evitando manejar camionetas 4x4 a lo largo de las mismas – para que puedan continuar utilizando dichos espacios.